Diez razones por las que no se vende tu casa:
Luego de pensarlo tanto, decidiste por fin vender tu casa. Pero pasan meses y meses, y el asunto no resultó tan fácil como pensabas.
1. El precio. Mientras más justo y cercano sea el precio al valor real de la propiedad, más probabilidades hay de vender. Ponerla a sobre precio es uno de los errores más comunes. Puede que tu vivienda tenga un valor incalculable para ti desde el punto de vista emocional, pero al momento de vender, eso no cuenta.
2. La poca disponibilidad para mostrarla. No es fácil sacrificar los domingos, o días especiales para enseñar tu casa, pero los compradores pueden aparecer en el momento que menos lo esperas. Debes hacer el esfuerzo por estar disponible la mayor parte del tiempo o facilitar la entrada a tu agente de bienes raíces.
3. Poca flexibilidad para negociar de tu parte. Aun con el precio adecuado, la mayoría de los compradores querrán negociar, es decir te harán ofertas. Si de plano dices que el precio es firme y no estás dispuesto a negociar, reduces tus oportunidades.
4. Problemas visibles. A veces pequeños detalles hacen lucir tu casa descuidada y tienen un impacto negativo en posibles compradores. Goteras, grietas, basura, sucio, paredes manchadas o mal pintadas y puertas de closets rotas son algunas de las cosas que puedes mejorar para que tu casa luzca mejor ante los visitantes.
5. Problemas en la inspección. Si la vivienda tiene vicios ocultos o problemas estructurales, no se verán a simple vista pero un inspector alertará a los compradores. No quiere decir que una casa con problemas no se venda, pero lo usual es que te pida volver a negociar las condiciones de la venta, incluyendo disminución de precio o que hagas reparaciones.
6. Ofertas muy bajas. ¿Te parece muy justo el precio de tu casa? No te sorprendas si los compradores te hacen una oferta que encuentras ridícula. Se ha regado la voz de que estamos en época de oportunidades y hay clientes que simplemente dicen una cantidad para saber qué pasa. No te ofendas ni lo tomes personal, puedes hacer una contra oferta.
7. Casa no luce atractiva. Es difícil que te des cuenta tú mismo, pero si te preguntas, qué tiene tu casa que no gusta tanto a los visitantes, cómo piensas que debería ser, consulta tu agente de bienes raíces.
8. Problemas visibles en la comunidad. Podrías tener tu casa muy linda, pero si para llegar a ella hay calles llenas de basura, carros descuidados o en reparación en las calles, otras casas feas o descuidadas, o terrenos baldíos donde se reúnen grupos para hacer ruidos o cosas ilegales, todo eso afectará a tus compradores. Es algo que no puedes controlar, pero debes estar consciente de su impacto y estar dispuesto a negociar precio y a contestar preguntas de los clientes.
9. Saturación del mercado. Este es un mercado de compradores, si la casa tuya no les conviene como negocio, tienen otras para escoger. Por eso es importante poner tu vivienda en competencia. Que tenga buen precio, que esté en las mejores condiciones y tú flexibilidad al negociar pueden hacer la diferencia.
10. No es la mejor época para vender. En todos los meses del año se venden casas, pero hay épocas más lentas que otras como, Navidad, Semana Santa. Algunos optan por sacarla del mercado de ventas en esos meses, otros tienen paciencia y continúan.
¿Por qué no se vende mi casa?
Si tienes tu casa en venta y pasa el tiempo sin recibir ofertas o lograr tu meta, analiza qué está pasando. ¿Es o no buen momento para vender? ¿Tienes el precio justo? ¿Tu casa es atractiva para los compradores? Hay una serie de factores que pueden afectar la venta, pero por lo regular es difícil darnos cuenta de qué anda mal, por nosotros mismos. No es tan fácil ser objetivos. Si tienes un agente, pide una reunión y discute tus preocupaciones. Si estás vendiendo por tu cuenta, busca datos de precios, de ventas similares en tu comunidad y pide a algunos amigos, que te den una opinión sincera de si estarían dispuestos o no a comprar tu casa. Empieza por ahí.
Los 10 errores más comunes de los vendedores de casa.
¿Cómo lograr que tu casa se venda en los mejores términos y condiciones? Esa es la pregunta que se hacen la mayoría de los vendedores que quieren vender su casa rápidamente, pero asegurarse que sea un buen negocio para ellos. Para lograrlo, no cometas los errores que verás en esta lista:
Quieres vender pero no… Suena extraño, pero muchos vendedores toman la decisión obligados por circunstancias como problemas económicos, divorcios, mudanzas a otra ciudad o país, y ponen un letrero de se vende casi rogando que no aparezca un comprador. Si tienes esa actitud, cualquier oferta te parecerá inadecuada.
No cooperas con tus agentes. Si contratas un agente de bienes raíces la responsabilidad mayor de la venta recaerá en este, pero sin tu cooperación, no podrá hacer nada. Debes suministrarle los documentos necesarios, ser honesto con la información que te solicitan, evaluar las ofertas cuando las someten y estar dispuesto a mostrar la propiedad (si vives en ella) o facilitarle al agente, que la pueda enseñar.
No haces el trabajo si vendes por tu cuenta. Si no tienes un agente, la responsabilidad total es tuya. Desde anunciarla, hasta contestar llamadas, mostrarla y darle seguimiento al proceso. Puede resultar agotador pero es lo que hará cerrar la transacción.
No haces esfuerzos de mercadeo adecuados. Esto es más que poner anuncios. Si contratas un agente la anunciará en su red profesional para que llegue a miles de otros profesionales de Real Estate, pero si vendes por tu cuenta busca las estrategias que tengan impacto, algunas de ellas no son muy costosas. Anuncios clasificados, páginas de Internet y compartir la información con tus conocidos te ayudará. También los videos en canales como YouTube.
No preparas tu casa para la venta. Lo que es bonito para ti no necesariamente lo es para otro. Mira tu casa con los ojos de un comprador, elimina muebles que entorpezcan el paso, deja que entre la luz, repara cosas dañadas y sobre todo, limpia por dentro y por fuera. La primera impresión sigue siendo clave.
Pones un precio por encima del valor de la propiedad. En la venta intervienen factores como localización, comodidad y condiciones de la casa, pero sin el precio justo no hay trato. No es lo que tú creas que vale, es el valor real en el mercado y la mejor opción es tener una tasación que toma en cuenta el precio de las viviendas similares que comparan con la tuya (comparables).
No estás dispuesto a negociar. El vendedor inflexible tiene que estar dispuesto a pagar el precio por no querer negociar, y a veces esto es tener la casa por un largo tiempo sin vender. Los posibles compradores pueden querer negociar precio, incentivos de la compra, como que le incluyas gastos de cierre, costo de reparaciones y hasta muebles que se quedan en la vivienda.
Escondes problemas de la propiedad. Asunto grave esto, porque si sabes que existen, la mayor probabilidad es que salgan en una inspección y eso retrase o cancele la compra. Si sabes que los hay, es mejor ser honesto. Dependiendo de dónde vives, tendrás implicaciones legales por esconder información.
Mentir sobre información de los gastos de la vivienda o comunidad. Como en el punto número ocho, es vital decir lo que conozcas sobre la pregunta que te hagan los compradores. Cuánto se paga de la asociación de residentes “HOA”, (en inglés, es una de ellas), y la verdad siempre saldrá. Mejor que quedes por honesto y no por mentiroso.
No filtras a los posibles compradores. Todo tu esfuerzo y trabajo debe ir encaminado a encontrar el comprador ideal, pero a veces se pierde muchísimo tiempo mostrando la propiedad a personas que solo están mirando y no pueden comprar. Pide precalificación a los compradores que pueden ir directamente a un banco, solicitarlo por teléfono o por Internet.
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